Es la prueba de fuego en cada consulta de nutrición: subir a la báscula y esperar con lo ojos cerrados a que emita su veredicto. ¿Habrán servido de algo estos días de sacrificio? ¿Alcanzaré por fin la cifra soñada?
¿Por qué tiene tanto valor para nosotros un número? ¿Acaso podemos haber subido de peso y estar mejor que al empezar la dieta?
¡Vamos a verlo!