Hace justo un año te contaba en estas páginas cómo me gusta septiembre. Para mí es un recomenzar ; el fin del verano, la vuelta a la rutina y el inicio de curso me han parecido siempre mucho más motivadores que toda la fanfarria que rodea al comienzo de un nuevo año en el calendario.
Por eso, el reto de septiembre debe ser especial. Te parecerá fácil, pero te aseguro que no lo es; es la asignatura pendiente de más personas de las que te imaginas pero lo bueno es que superarla depende únicamente de ellas mismas.
¿Quieres saber si eres una de ellas y si te atreverás con este reto?
El verano de 1986 lo pasé en Leavenworth (Kansas) con mi familia y todas las emisoras repetían una canción que, desde la primera vez que la escuché, me encantó: Greatest Love of All, de Whitney Houston. No es que fuera mi mejor verano (¡qué mala es la adolescencia!) y, quizás por eso recuerdo con tanto cariño esta canción, que me enseñó mucho y me sigue recordando algo muy importante cada vez que la vuelvo a escuchar.
¿Qué nos dice Whitney?
Learning to love yourself it is the greatest love of all o, lo que es lo mismo, aprender a quererte a ti mismo es el amor más grande del mundo. Este será nuestro reto de septiembre y, en definitiva, para este nuevo curso que comienza (atención, que examino en junio ): aprender a querernos a nosotros mismos, casi nada.
Pero, ¿en qué se traduce esto? ¿Debemos empezar a llenar la agenda con citas en salones de belleza, restaurantes gourmet, centros de estética o spas? Obviamente, no. Quererse a uno mismo no significa darse caprichos, aunque a veces sienten muy bien e incluso sea positivo que los utilicemos como auto-premios tras un reto conseguido. Querernos va mucho más allá.
¿Crees que te quieres a ti mismo si envenenas (vale, reconozco que esto es un poco exagerado, pero solo un poco) con comida basura cargada de grasas y azúcares un día sí y otro también, si dejas que tus músculos se vayan anquilosando con horas de sofá o que tu cerebro siga el mismo camino si lo alimentas solo con telebasura?
En definitiva, ¿crees que eso es quererte a ti mismo?
Y ¿qué podemos hacer?
Ante todo, déjate asesorar. Por suerte, no tenemos que saber de todo y no estamos solos a la hora de aprender sobre un tema nuevo. Seguramente eres un profesional estupendo en tu campo, pero no tienes por qué saber qué ejercicio o qué comida necesitas según el momento del día, la época del año o tu situación particular, si es mejor que hagas pilates o zumba o si ese suplemento nutricional que tan bien le sienta tu vecina te conviene a ti.
Si tienes que resolver un tema judicial ¿te lanzas a estudiar leyes o te asesoras con un buen abogado? y, cuando el coche hace un "ruidito raro", ¿acaso abres el motor y vas desmontando piezas por si das con el problema? (sé que alguno estará respondiendo afirmativamente y es que, como me dijo un empleado de Leroy Merlin cuando contesté a su ofrecimiento de ayuda que "sólo estaba mirando" en mitad de un pasillo de extraños accesorios de fontanería... "hay gente pa`tó" )
Pues igual que lo normal es que te ocupes de tus temas legales, de tu coche, de tu mascota, de que el ADSL funcione perfectamente y de tantas otras cosas poniendo el tema en manos de los profesionales que lo dominan, ¿por qué te desatiendes de esa forma a ti mismo dejando que se acumulen kilos en tu cintura, que tus músculos se vean sustituidos por grasa, que cada vez al despertar sientas más dolores, que el subir un tramo de 15 escalones se convierta en una odisea, que te cueste recordar eso tan importante que tenías que hacer hoy, que te sea difícil mantener la atención en una reunión o que sientas que las piedras en el camino de tu vida son obstáculos insalvables porque tu ánimo no da para más?
Es más, ¿por qué, si en el fondo sabes que solo es publicidad, haces caso del último anuncio de la tele que te aconseja, por ejemplo, cenar un bol de cereales para adelgazar (aunque" te suena" que eso no es lo correcto), de la dieta que supuestamente ha hecho la última famosa de turno por extravagante que sea o de un aparatito que, aunque parezca increíble y "por el módico precio que aparece en pantalla", te promete ponerte en forma con el mínimo esfuerzo y en un par de minutos al día?
¿Cuál es el reto?
Sé que este mes, el reto es especial y difícilmente lo vamos a superar en 21 días. No es tan concreto como otras veces pues es mucho "campo" el que tenemos que abarcar para querernos a nosotros mismos; hay que cuidar del cuerpo y de la mente, pero unos consejos prácticos serían los siguientes:
- Asesórate sobre cuál sería el mejor ejercicio según tu estado físico y ten un seguimiento cercano de un profesional que te sepa guiar para que vayas avanzando en el camino de volver a poner tu cuerpo a punto. Hoy en día ya no es algo solo al alcance de los famosos contar con un entrenador personal o apuntarse a un centro donde tengamos atención personalizada. Así que, haz un poco de investigación, déjate aconsejar por fuentes fiables y piensa que, con lo que ahorras por ejemplo en alcohol en una salida de fin de semana, o disminuyendo (mejor eliminando) el tabaco diario, puedes pagar la cuota mensual del gimnasio y obtener encima muchos más beneficios. Si aún así no es factible, ten en cuenta que caminar es un ejercicio que nos viene bien prácticamente a todos y ¡es gratis!
- En cuanto a la alimentación ¡qué te voy a decir! Si eres lector de este blog ya te habrás dado cuenta de lo importante que es estar un poco informado y tener el respaldo de un buen profesional para que un acto tan cotidiano como comer se convierta en el aliado de nuestra salud, y no en un enemigo. Nunca está de más, de hecho es esencial, que vayas aprendiendo cada vez más sobre los alimentos y sus propiedades, pero el problema de hoy es saber discernir de entre la avalancha de mensajes contradictorios cuál es el verdadero. Además, hay épocas del año y situaciones particulares que requieren de algún suplemento nutricional que complemente la dieta y es difícil que estés al día sobre las últimas investigaciones y descubrimientos. Desde luego, si quieres hacer un cambio en tu alimentación, y con él en tu calidad de vida, ya sea porque quieras subir o bajar de peso o porque padezcas alguna patología, te recomiendo que te pongas en manos de un profesional y no temas preguntarle por su formación o su experiencia, al fin y al cabo, vas a poner tu salud en sus manos.
- Y, si empezamos a querernos más, no podemos dejar de lado la mente, que también precisa de nutrición y ejercicio, porque ¿alguien duda del fundamental papel que tiene en nuestra salud y bienestar general? ¿No has notado que cuando te encuentras feliz tus migrañas se espacian, la úlcera molesta menos, casi no sientes tus frecuentes contracturas en la zona del cuello, te cuesta menos seguir la dieta que te han pautado y te apetece más hacer el ejercicio que te habías propuesto? Ahora piensa en la frase anterior, pero en sentido contrario: ¿no es verdad que si consigues todas esas cosas te encuentras más feliz? ¡Todo es un círculo y la mente juega un papel fundamental en él!
Para mí, el mejor ansiolítico que hay es un buen libro y en cambio me desquicia los nervios escuchar gente gritando en televisión sobre temas que para nada me afectan ni interesan (algunos programas deberían llevar advertencias como las del tabaco y el alcohol por ser verdaderamente nocivos para la salud mental, y no lo digo en broma). Si estoy desanimada, un buen tema movidito de los 80 (con auriculares, para no avergonzar a mis hijos jeje) acompañado de un baile lo más extravagante posible, hace milagros y, si estoy sola en casa (entiendo que las repeticiones de grupos de no más de 10 notas hasta que se consigue sin errores puedes desquiciar al más paciente), coger mi guitarra y repasar las lecciones de cuando iba al Conservatorio de Jerez con 10 años, curiosamente me lleva a tal estado de abstracción (creo que ahora lo llaman "fluir") que me aclara la mente y, en las horas siguientes, cualquier problema que antes era un espeso nubarrón negro, va dejando pasar rayitos de sol en forma de posibles soluciones.
Placeres sencillos que alimentan tu mente |
Leer, cantar, bailar, perder la mirada un buen rato en el mar o en un cielo estrellado, tocar un instrumento, meditar, hacer sudokus, poner en práctica técnicas de relajación, , terminar el crucigrama, pintar, practicar yoga, redecorar tu habitación, jugar con los niños, cocinar, hacer senderismo, cambiar los muebles de tu casa de sitio, pasear por la orilla del mar, ...Hay tantas y tantas cosas que, además de ser un placer, hacen un bien increíble a nuestra mente y como consecuencia a nuestro cuerpo y nuestra salud, que no sé cómo perdemos el tiempo alienados delante de un programa de televisión.
Darnos la oportunidad de disfrutar de estas actividades no es más que querernos a nosotros mismos y el que se quiere a sí mismo no es egoísta, pues tendrá mucha más capacidad para querer a los demás que si es alguien insatisfecho por la deriva de su vida y "eternamente enfadado con ese mundo que tan mal lo trata".
Déjate de quejas y empieza a quererte, como siempre te digo: ¡está en tus manos!
Te dejo aquí la canción que ha inspirado esta entrada con la traducción para que disfrutes de ella al 100%. Pon mucha atención a la letra, si aún no la conocías, porque nos enseña muchas cosas importantes... Es una lástima que Whitney Houston, al final, por caminar "a la sombra de otros" dejara que "le arrebataran su dignidad" y, en definitiva, no supiera quererse a sí misma.
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